¿Cómo sería un día perfecto para ti?
¿Qué es un día perfecto?...
¿Qué lo hace perfecto?,...
¿Qué nos hace falta para una tener un día perfecto?...
Son preguntas que no muy a menudo nos hacemos,... o nos hacen... y es que así fue como llego
esta pregunta a mi cabeza. De alguna manera Ella tiene la capacidad de captar todo mi interés a
pesar de que soy tan distraído... ese día, en una de nuestras filosóficas y extensas conversaciones
me lanzó esa pregunta ¿Cómo sería tu día perfecto? Realmente es algo que pocas veces te
cuestionas, pero cuando lo haces te hace darte cuenta que has olvidado continuar en la lucha por
conseguir esos días perfectos.
Al analizarlo por un momento solo pude darme cuenta que: -Depende. Depende en que etapa de
tu vida te encuentres, de que etapa de tu vida visualices...
Depende de tus ideales, tu ética, tus sueños, las hormonas, la situación económica en tu casa, el
clima, los programas de TV, Los profesores, la buseta que coges a diario para ir a estudiar o al
trabajo, depende de la canción en la emisora, de lo último en tecnología, de la genética, de la
religión, de los libros que lees o no lees.
Depende de la soledad, de la sociabilidad o la anti sociabilidad...de la vida, de la muerte..., de que
tanto te da la vida o que tanto te quita...
A pesar de que depende de infinitas cosas, se puede lograr obtener unos patrones comunes a
nuestras necesidades y establecer unas opciones de lo que puede, pudo ser, o fue un día perfecto.
A continuación describiré 5 diferentes días perfectos, tal vez algunos sean reales, otros
completamente ilusorios o simplemente una combinación entre sueño y realidad.
I. Cuando los números cobran vida...
...6:15 a.m. ahí voy sentado en la buseta camino a la universidad, en un estado de sueño en donde
medio abres los ojos para saber en qué parte del recorrido vas, dado a la distancia entre casa y la
U ya me había acostumbrado a dormir y despertar exactamente al llegar.
Hoy toca clase de álgebra y hay examen. En las noches anteriores fue realmente poco lo que pude
dormir, creo que solo dormí en el recorrido de la buseta de mi casa a la universidad.
Toda la semana estuve estudiando aquello que cuando estaba en el colegio creía que dominaba y
sabía todo lo que tenía que saber, pero al entrar a la ingeniería me di cuenta de golpe que no
conocía el mundo, que no tenía la más remota idea de lo que era ese nivel de exigencia aún
mayor.
Los golpes eran fuertes, aquellos que destruían mi orgullo y atacaban mi conciencia, que me
hacían preguntar que si realmente era capaz, es difícil cuando te va mal en algo que te
considerabas bueno, que ves la facilidad con que los otros realizan los ejercicios y los entienden...
Pero un día decidí defenderme de los golpes, recuperar mi orgullo y aprender aquello que
presumía saber, fue como una enseñanza de humildad para darte cuenta que cuando llegas a un
nivel siempre habrá otro más alto que alcanzar.
Conseguí el libro y desde entonces empezó una relación íntima entre el álgebra y yo. Yo decía
conocerla, pero ella no me conocía a mí, empecé dudoso, desesperado en algunas partes, todo se
me hacía confuso, términos y símbolos sin sentido leía, nada podía entender...Pero continuaba...
Página a página, ejercicio tras ejercicio fui avanzando, a la noche siguiente, ya no me confundían
muchos términos, podía hacer algunos ejercicios...en otra noche ya no trataba de entender el
libro, conversaba con él. Sentía que podía realizar los ejercicios más complicados que aparecían
ahí propuestos.
No me cansaba de leer, en la madrugadas caía en un micro-sueños de 5, 10 o 15 minutos en donde
imaginaba las gráficas, formulas y números en mi cabeza. Soñaba que estaba parado en el plano
cartesiano tridimensional, veía como una línea recta cortaba el eje de las abscisas y se extendía
con una pendiente de 45 grados hasta el infinito, me deslizaba sobre las crestas y valles de las
funciones senoidales...
El día del examen, aun medio dormido subí a la buseta, busqué el puesto de la ventana y me
dispuse a dormir. De momento abrí los ojos, veía los carros pasar, decidí contarlos...contaba y
contaba cada vez más rápido,... carros, motos, personas, perros... por un instante el tiempo
pareció ralentizarse; todo se movía en cámara lenta...pensaba más rápido como nunca antes lo
había hecho.
El fin de semana, en la plaza miraba todo a mí alrededor, casas, tejados, calles, palomas, personas
caminando por todos lados... en cada una de esas cosas se iluminaban patrones ante mi ojos,
comportamientos repetitivos y calculables, figuras geométricas en las construcciones y casas...en
ese momento percibí parte de la perfección del universo... Ella pregunto ¿Qué te pasa? ¿Por qué
estas así ?... entonces respondí: “Si tan solo pudieras verlo...”
II...Solo los dos...
Despierto y abro los ojos, sábanas blancas y muchas almohadas, a mi lado; “Ella”. Aun entre
dormida se gira y me abraza, su olor; el de siempre.
No es tan temprano, tampoco es tan tarde. El día está algo nublado, sin lluvias y agradablemente
fresco. Me levanto lentamente y me asomo por la ventana, se visualiza verde por todos lados, se
respira aire fresco y aún hay algo neblina a lo lejos sobre el firmamento.
Vuelvo a la cama y la despierto, le comento sobre las locuras de ayer, reímos, una pequeña broma
sobre algo. Ella sigue acostada y yo me levanto.
En la cocina, nada mejor que el olor del café por la mañana, me gusta el jugo de naranja...huevos
revueltos, pan y mantequilla para acompañar...
Ella se baña, y pues yo me uno... para ahorrar agua, obviamente...
Me dice esa camisa no, mejor la otra...
En el carro, en la carretera se vislumbra verde también por todos lados, ese olor a rocío que contagia
tranquilidad y plenitud.
Ruta del día: Visitar a sus padres, visitar a mis padres..., una reunión con los amigos, los de ella, los
míos y los en común.
Después plan cultural: museo, pinturas...en la librería buscando el libro que hemos estado
hablando toda la semana.
Al volver a casa, ella prepara la cena, yo le ayudo y coloco platos (creo que me va tocar lavarlos).
En el balcón, una mesa con velas, una copa de vino (unas cuantas de mas), bailamos
pausadamente... ella se va a la habitación y me tocó lavar la losa.
Ella acostada, lee el libro que fuimos a buscar a la librería, reímos sobre las cosas interesantes que
pasaron en el día con las personas que estuvimos y los lugares que visitamos. Vemos una película,
luego nadie veía la película...
...Momento de dormir y saber que estará ahí al despertar...
III...With arms wide open...
...En la rutina diaria, nos alistamos para ir al trabajo. Creo que vamos algo tarde, apresurado me
coloco la camisa, de repente la miro; “Ella” frente al espejo mirando al infinito como si tuviera algo
importante para decir...no le digo nada, solo la abrazo –Vamos que se nos hace tarde, ella
acomoda el cuello de la camisa y las mangas...–Vamos...
En el camino no hablamos mucho, ella estuvo mirando todo el tiempo por la ventana nuevamente
como contemplando el infinito, tampoco quise preguntar que tenía. Llegamos a su trabajo se
despidió de mí con el ya acostumbrado beso y un abrazo un poco más cálido, que de costumbre.
Sentado en mi escritorio, después de revisar toneladas de correos, contestar y hacer algunas
llamadas tome una pausa, y nuevamente analice esa actitud extraña que “Ella” había tenido hoy,
entonces pensé –Tal vez está en sus días.
En la tarde mientras me dirigía al laboratorio para terminar de depurar detalles que le faltan al
último prototipo, en la oficina de la recepción estaba la esposa de uno de los colaboradores de la
empresa, con un bebe de brazos, me causo curiosidad y sonreí al ver como este intentaba alcanzar
con sus pequeñas manos todo lo que estaba sobre el escritorio, manos ávidas del mañana. Miré
esto unos segundos y seguí hacia donde me dirigía.
Mientras revisada algunas piezas ya instaladas volvió a mi mente la imagen de las manos pequeñas
tratando de alcanzar todo, tratando de alcanzar el mundo. Entonces pensé que todo mi trabajo
que he desarrollado estos años, deberá continuar de alguna manera cuando mi existencia ya sea
solo un recuerdo, de repente en mi mente un pensamiento guardado y pocas veces contemplado
llego a mi cabeza... –Tal vez.
Al final de la Jornada volvía a casa, no tenía que recogerla dado que ella había salido más
temprano y me esperaba ya en casa. Al llegar abrí la puerta, no la vi –Hola, ¿Estas?, no respondió.
Camine hasta el sofá, frente a este encima del último libro que estaba leyendo había algo curioso...
unos zapatos diminutos de tela...los tome con mis dedos, los contemple un instante como buscado
la razón de porque estaban ahí. De momento entendí...Ella a mi espalda, me abrazaba...Luego la
miré...– ¿Esto...? –SÍ...
La abrace fuerte, la bese...ella sonreía, sentía tantas cosas en el momento... Salí caminar, muchas
cosas en la vida se disfrutan caminando, necesitaba equilibrar mis emociones y organizar mis
pensamientos.
Después de caminar no sé cuántos kilómetros, me senté en el parque, mire hacia el cielo y había
estrellas por todas partes, tome el celular para hablar con ese amigo de momentos como
este...pero antes entre a mi lista de reproducción y vi una canción que hacía rato no había
escuchado...era el momento perfecto para escucharla. (...With arms wide open” –creed...)
IV....Everybody is here...
Hacía mucho tiempo que no veía tantas personas cercanas en un mismo lugar y compartiendo el
mismo evento, familiares de “Ella”, los míos, los amigos y sus familias, niños corriendo
estresantemente por todos lados. --no quisiera ser ese payaso (que por cierto no me gustan los
payasos, no sé porque lo trajimos).
Camino hacia la mesa donde están mis padres y amigos más cercanos, mi papá con un saludo
típico de nosotros donde no decimos nada pero lo entendemos todo, a mi mamá un beso en la
frente, mis hermanos y sus familias.
El compadre me abraza sonriente y pregunta dónde está su ahijada, me dice que mi ahijado quiere
conocer a la bebe, le pregunto --¿Dónde está él? – Allá. Lo visualizo a los lejos, es uno de los niños
de quien huye el payaso, él comanda la manada despampanante de destrucción y mocos.
Sentado a solas con ese amigo para momentos como ese... Me preguntaba --¿Cómo te sientes?,
Pensé por un instante y respondí: --Me siento como si este momento fuera parte de la narración
de un texto escrito por alguien donde intenta describir como sería un día perfecto. --¿Parte de
qué? –De un libro --¿un libro?, no entiendo –Olvídalo, tal vez “Ella” lo sí lo entienda.
A los lejos Ellas se acercan, creo es interesante ver como tu todo mundo gira alrededor de dos
masas de tejidos, piel, cabello, huesos de 60kg y 10kg respectivamente. Sin embargo esas masas
representan parte de aquello que le da sentido a la existencia humana.
Las abrazo y miro a mi alrededor, todas aquellas personas especiales en un mismo lugar, mi
pasado, presente y futuro, todo lo que fui, soy y seré. Todo en un mismo punto diminuto en
comparación con el tamaño del universo observable, todo un “universo” en una pequeña parte de
otro universo.
“Ella” me pregunta --¿En qué piensas? --En la subjetiva perfección de este momento, ¿y si tal vez
somos simplemente ideas que hacen parte de la imaginación de un escritor, uno que redacta para
alguien especial lo que sería para él un día perfecto?
“Ella” sonrió y respondió: --Tal vez ¿Por qué no?, solo espero que ese escritor pueda vivir un
momento como este...
Entonces las miré y caminamos nuevamente hacia donde estaban todos...
V....The legacy...
Sentado en el laboratorio de mi casa, “Ella” toca la puerta y me dice que baje a comer. No
recuerdo cuanto tiempo llevo aquí adentro, no recuerdo cuanto he dormido últimamente, no
recuerdo cuando fue la última vez que dormí.
Creo que estoy cerca, el prototipo está casi terminado, pero aún falta la configuración final. Tal vez
me hace falta descubrir un patrón más, ese valor que dará solución a las ecuaciones y permitirá
establecer el comportamiento real.
Por años he trabajado en este proyecto y efectivamente los años también me han pasado, tengo
arrugas, canas y nietos...
Desde Joven siempre tuve la sensación que en esta vida tenía algo muy importante por hacer, algo
por descubrir, un legado por dejar, un aporte a la evolución humana.
Pase muchas noches sin dormir, como si algo me dijera desde adentro que me diera prisa, que
tenía que retomar el camino, que no podía dejar eso pendiente por hacer.
Noche, tras noche buscaba en el silencio la madrugada las respuestas en mi cabeza a eso que con
tanto desespero sentía que tenía pendiente.
Hubo tiempo en que mi mente era borrosa, no tenía lucidez y mi memoria era desordenada, se
me olvidaban fácilmente las cosas y recordaba otras que no eran en gran parte de vital
importancia. Siempre tenía muchos pensamientos en mi cabeza, saltaban como monos en una
jaula y se hacía realmente complicado ponerlos en orden.
Había cosas que siempre recordaba, eran aquellos hechos, momentos o tareas que
sentimentalmente me afectaban. Con “Ella” podía recordarlo todo, aunque normalmente me
ayuda a buscar las llaves o esa media rebelde que siempre se esconde.
Sentía que en el momento en que pudiera controlar mis pensamientos que se mantenían saltando
en mi cabeza y a cada tarea, momento u hecho le asignara un sentimiento; tendría entonces las
herramientas para encontrar eso que tanto sentía que estaba pendiente.
De alguna forma lo logré, tal vez tantos libros leídos, tanto estudio, tantos momentos con ella para
darle un valor sentimental a todo, tanta locura, me llevo a que pudiera empezar a desarrollar ese
proyecto y alcanzar ese objetivo de vida que tenía escondido en los adentro de mi existencia
intelectual y tal vez espiritual.
En este momento estoy a punto de terminar, tal vez necesito una iluminación, un toque ángel,
como el de aquel momento cuando montado en la buseta el tiempo se detuvo y pude contemplar
parte de la belleza del universo. Tal vez, solo así podre dejar un legado...
